REPORTAJE
IMAGINADOS EN PARÍS, REALIZADOS CON CUIDADO EN PORTUGAL.
Realizar una joya implica conocimientos y técnicas, saberes y precisión. Es un arte que se transmite de padres a hijos en la familia de Joao, a pocos kilómetros de Oporto. Su taller familiar y de tamaño humano ejecuta a la perfección la fundición, el engaste, el pulido…
Hechas en Europa y realizadas en condiciones respetuosas y benevolentes, nuestras joyas cobran vida gracias al talento y la confianza depositada en esta familia. Una historia que perdura y perdurará.


PROCESO CREATIVO
Antes de cobrar vida, la joya nace de la inspiración recogida en lo cotidiano, de una acumulación de recuerdos y encuentros. Un cuadro, una flor, el detalle de un bordado… pueden bastar para que surja una idea de creación.
El descubrimiento de una nueva piedra preciosa también puede inspirarme intensamente. Pienso en el zafiro verde bosque que adorna la colección Ginger: esta forma cuadrada llamada princesa y ese verde profundo con matices caqui me llevaron a explorar la piedra central que desde entonces utilizo en numerosos modelos. La inspiración a veces es fugaz; siempre llevo un pequeño cuaderno donde anoto los primeros esbozos de ideas.
Después paso a PowerPoint, donde pruebo colores, formas y combinaciones para crear un dibujo perfectamente alineado con lo que tengo en mente.


ESCULPIR el ORO
El diseño se envía al taller de Joao, que modela la pieza en 3D. Imprime en cera o en resina un primer prototipo que permite moldear el oro y obtener lo que se llama la montura o estructura de la joya. Cada pieza se confía después a manos expertas para realizar el limado, el pre-pulido, los ajustes y las numerosas etapas necesarias para preparar la fase siguiente.
ENGASTAR las PIEDRAS
Revelar el color, despertar los sentimientos… ese es el trabajo del engastador. Cada engaste se realiza a mano para que la piedra encaje perfectamente, un trabajo apasionado y minucioso que permite a las gemas mostrar toda su belleza y su resplandor. La montura de oro, una vez vestida con piedras preciosas, revela el relieve de la joya y le da todo su esplendor.

EL ENGASTE EN GRANO
Nos gusta especialmente el engaste en grano, porque sus pequeñas gotas de oro ofrecen un confort absoluto y se funden a la perfección con las piedras. Nos permite crear modelos suaves, delicados y envolventes.

EL ENGASTE EN GARRA
El engaste en garra consiste en sujetar la piedra con pequeñas uñas de oro. Es el que ofrece más luz y resalta más el brillo de la piedra. Por eso es el más común en joyería. Lo encontrará principalmente en nuestras colecciones Gaia y Camélia.

EL ENGASTE CERRADO
El engaste cerrado es una montura que envuelve totalmente la piedra, cubriéndola por todos sus bordes, rodeándola de oro e intensificando la densidad de su color. Esta técnica nos permite trabajar piedras con colores más delicados.
PULIR la JOYA
El oro se pule y repule entre cada etapa hasta obtener una joya perfectamente lisa y brillante. Es este trabajo artesanal y manual, delicado e inspirado, el que da a las creaciones su carácter único…
NUESTRAS PIEDRAS de AMOR
Una de las señas de identidad de nuestra casa de joyería es el uso de una paleta de gemas de colores que caracterizan nuestras creaciones, prefiriendo la intensidad de una esmeralda, el encanto de un rubí o la diversidad cromática de los zafiros al diamante blanco.
Trabajamos piedras preciosas de pequeño formato, montadas en mosaicos precisos y exigentes, que reflejan los rayos de luz como si fueran vitrales. Minuciosamente pulidas, las numerosas facetas de estas piedras requieren una calidad y una exigencia tan excepcionales como la de joyas de varios quilates.

EL ZAFIRO
El Zafiro es conocido principalmente por sus piedras azules que van desde el azul muy claro hasta el azul más profundo. Pero si esta piedra es la más dura después del diamante, lo que más nos gusta es la infinita paleta de colores que ofrece: un arcoíris que va del rosa al amarillo, del violeta al coñac.

EL RUBÍ
El Rubí es la piedra roja por excelencia, con un infinito abanico de matices. Los más buscados son los rojos más intensos y vivos. En la antigüedad, los birmanos dejaban de lado las gemas pálidas o rosadas, considerándolas inmaduras. A nosotros nos encanta combinarlas con zafiros rosas y esmeraldas para aportar luz y modernidad a nuestras creaciones.

LA ESMERALDA
Cada esmeralda es única y posee lo que llamamos “jardines de esmeralda”: inclusiones que crean un relieve en el interior de la piedra. Nos encanta porque contrasta maravillosamente sobre la piel, sea cual sea la tonalidad.

LA TSAVORITA
Esta piedra toma su nombre del lago Tsavo en Kenia, de donde se extrae (aunque también se encuentra en Tanzania y Madagascar). Menos conocida que el zafiro o el rubí, es igualmente seductora. Su raro color, verde suave con matices amarillos, combina armoniosamente con el oro amarillo. Calmante, protectora, incluso se dice que ayuda a encontrar el alma gemela.

LA PERLA NATURAL
La perla nace de un accidente: un grano de arena que se introduce en una ostra. Producto puro de la naturaleza, único y atemporal. Nos encanta por su aire antiguo, que recuerda a las joyas antiguas que tanto inspiran a Sophie. Redonda, nacarada, romántica, contrasta maravillosamente con la transparencia de las piedras preciosas.

LA TURQUESA
Esos “pequeños pedazos de cielo”, como los llaman los amerindios, provienen de yacimientos en zonas desérticas de Irán, México o Estados Unidos. Su color incomparable, intenso y magnético, resalta con orgullo y realza nuestras gemas.

EL DIAMANTE “SALT AND PEPPER”
Más informal que el diamante blanco y más original que el negro, el “salt and pepper” es el diamante favorito de Sophie. Captura naturalmente pequeñas inclusiones durante su formación. Cada diamante es único y tiene su propia galaxia de inclusiones. Su tono gris perla le confiere ese aire vintage que tanto nos gusta. Representa una opción más sostenible que el diamante blanco, ya que requiere menos recursos para su extracción.

EL LAPISLÁZULI
El Lapis-lázuli pertenece a la familia de las piedras duras. Un cristal de azul puro casi eléctrico, salpicado de inclusiones de pirita, semejantes a destellos dorados. Llamado también zafiro estrellado, posee numerosos poderes. Los romanos solían beberlo reducido a polvo por sus virtudes afrodisíacas… A nosotros nos gusta tallado en forma Marquesa y combinado con piedras preciosas. Sophie lo utiliza por su opacidad, que contrasta maravillosamente con el brillo de las demás gemas.

EL DIAMANTE NEGRO
El diamante negro evoca el misterio, y su origen se basa en diversas teorías. Se cree que se formó en el espacio y llegó a la Tierra a través de lluvias de meteoritos. Nos gusta por su contraste y su elegancia. Permite crear joyas con tonos más neutros pero igualmente originales. Nuestros diamantes revelan un negro profundo con un brillo inigualable.

La calidad del diamante se define por las 4C:
Carat (peso), Colour (color), Clarity (pureza) y Cut (talla).
Es una regla internacional de clasificación válida para
todos los diamantes blancos. Hemos seleccionado cuidadosamente para usted diamantes de gran calidad, certificados como “libres de conflicto” según el Proceso de Kimberley.
COLOR
La calidad del diamante se evalúa según su color con una escala que va de D a Z, comprendiendo 23 matices que van desde el blanco más puro hasta el amarillo pálido. Cuanto más blanco es un diamante, mayor es su calidad. Los diamantes Sophie d’Agon son de color GH, es decir, entre Blanco Extra+ y Blanco Neutro.
PUREZA
También prestamos atención a la pureza de nuestros diamantes. Cuantas menos inclusiones tenga un diamante, más puro se considera. Como el color, la pureza se mide en una escala que va de FL a P2, desde sin defectos visibles a 10x hasta inclusiones visibles a simple vista. Los diamantes Sophie d’Agon son de pureza VS1, es decir, “very slightly included”, con inclusiones difíciles de ver incluso con lupa.
QUILATE
El quilate expresa el peso de un diamante. Un quilate equivale a 0,2 gramos. Este término proviene de la semilla de un árbol mediterráneo llamado algarrobo o “Kuara”. Conocida por su regularidad en peso y forma, esta semilla se utilizaba como unidad de medida en el comercio del oro.
TALLA
El diamante puede adoptar multitud de formas para sublimar su brillo. La calidad de la talla, cualquiera sea la forma, es lo que maximiza su resplandor. Es el único de los 4 criterios de evaluación que depende directamente del trabajo humano.


NUESTROS PUNZONES
Todas nuestras joyas llevan 2 punzones: el punzón 750 y el punzón de maestro. Un tercer punzón se añade para las joyas de más de 3 gramos: la cabeza de águila.
El punzón de ley 750 garantiza que la aleación utilizada contiene al menos 750 gramos de oro por cada 1 000 gramos de metal. Es lo que comúnmente se conoce como oro de 18 quilates.
El punzón de maestro constituye la firma del artesano que creó la joya, y certifica su procedencia.
El punzón de cabeza de águila es un punzón oficial obligatorio únicamente para las joyas de más de 3 gramos de oro.










